So cute

Cuentan que ella iluminaba las calles. La sonrisa en su cara dibujada cada día semejaba ser algo imborrable. Los ojos. Oh, esos ojos que transmitían tanta y tanta alegría. 
Caminaba con dulzura pero a la vez, con energía. Se comía el mundo sólo con mirarlo. Todo esto, por una simple causa. Se había enamorado. El hombre de su vida. Ella lo sabía desde el día en que lo vio. Pero... ¿sentía él lo mismo? Le hizo creer que sí. Que ese amor era totalmente correspondido. 
Pobre ilusa ella. Enamorada hasta lo más profundo de su alma fue perdiendo esa energía que la caracterizaba. La belleza de sus ojos se convirtió en un lago irritado de lágrimas.
Tomaron caminos totalmente distintos. Él consiguió olvidar esos ojos verdes y darle todo su amor a otra persona. Ella sin embargo, jamás le guardó rencor. No lo olvidó y lo amó hasta su último día. 

Con lo que nos hemos dado

"Pequeña, ¿quieres seguir conmigo?"
Tu pregunta, tu inesperada pregunta. Al instante respondí que sí. ¿Cómo no voy a querer seguir contigo? En ese momento me di cuenta de lo fácil que sería perderte. De lo raro que sería que no estuvieras a mi lado día a día con una sonrisa preguntándome: ¿qué te pasa pequeña? 
Porque sin ti, nada sería igual. Ahora más que nunca, te quiero. Te voy a querer cada día un poquito más. Porque te lo mereces.

Los Suaves

El último pecado

Música que nos unió para no separarnos jamás.

Dicen que millones de cosas pueden darte la felicidad en esta vida. Cosas variadas, no materiales. Son cosas que puedes ir adquiriendo y forjando a lo largo de los años. Que quizás muchas veces en vez de darte alegría y sonrisas, te machacan de tristeza y de lágrimas. Y quedará muy típico eso de que mi mayor felicidad eres tú. Pero es verdad. Porque también es verdad que a veces me creas lágrimas o "malos momentos". Pero a continuación, haces de esas lágrimas bellas sonrisas, de esos "malos momentos" preciosos encuentros. Haces del invierno un precioso verano. Creas la alegría que hay en mí. Me creas a mí.

¡Vuela alto, no te rindas!

Vive, sé feliz. Sueña. Despierta cada día con una pequeña pero a la vez significante sonrisa en tu cara. Olvida los problemas y obstáculos que te puedan surgir. Y si no los puedes olvidar, no tortures a nadie. Lucha, lucha por lo que quieres. Porque si de verdad lo quieres, lo sabes, y no te cansarás nunca de intentarlo. Nunca te dejes caer. Y sí. Llegará un fantástico día en que consigas eso que te propusiste. 

Prometí estar a tu lado siempre. Prometí ser tu sombra en todo momento. También, nunca cansarme de ti, de tus locuras y payasadas. Me prometí a mi misma, que nunca nadie nos podrá separar porque los dos somos uno. Somos una fuerza que es imposible romper.¿Recuerdas? Nos lo prometimos un día después de empezar a salir. Por ello, nos prometimos que nunca nos importaría la opinión de los demás y creamos así, un mundo. Un mundo lleno de colores, de vida, de besos, caricias y muchos muchísimos mimos. Prometí amarte hasta el final. Eso significa aprender a quererte cada día un poquito más. Porque todo lo que te quiero y te adoro es muy poco comparado con todo lo que te mereces. Prometí ser la chica que sonríe todo el día cuando está a tu lado. Prometí no llorar nunca jamás. Y si lo hago, que sea de felicidad por estar con alguien como tú. Prometí aprender de ti, a caminar en todo momento. Y es que, desde que estoy contigo no hay caídas que puedan conmigo porque tu nunca me dejas caer. ¿Un mundo a tu lado? Sabes que si. Lo tengo clarísimo.

TE AMO, es poco.

Todos tus besos, los mejores y los únicos. Pero tus dulces palabras me enamoran.

Cuando dije yo: "¿Qué sería de mí sin ti?" Tu me respondiste: "Anda que yo sin ti... Es que te has convertido en lo único que me importa, eres mi mundo." Créeme, me derretí allí mismo. Eres el mejor gordi, el mejor. Nunca nos separaremos ¿vale? Nunca. 

Gracias por la tarde de ayer mi amor.